
Cuando inicié este maravillosos Viaje, el camino que descubrí gracias a esta Escuela, lo hice , como cada quien que inicia alguna búsqueda en su vida, buscando un objeto, algo que yo consideré que me faltaba.
Aún teniendo conocimientos previos respecto a esta búsqueda, ya que académicamente me formé en psicología, en una universidad con orientación psicoanalítica ortodoxa, yo seguía fascinada por el “tener”. Esta fascinación por el tener me la mostró José Luis Parise en contexto Analítico y es un Aporte que es un antes y un después en mi vida, que me mostró en mí una búsqueda autómata sin sentido de “algo” cuya promesa es llenar algo imposible de llenar.
Aunque en mi caso particular, es una cuestión relacionada a mi historia familiar, y dicha fascinación por el “tener” es algo que me corresponde resolver; el hecho de creer que lo que falta es aquello que se necesita para estar bien, es algo que se nos juega a cada ser humano.
Una vez en el camino, José Luis nos Enseña lo que solo en esta Escuela aprendí: que no es que falte un objeto y que ese objeto que yo consiga me va a dar lo que me falta. Es decir, lo que falta es el sujeto, quien falta soy yo, y es aquí donde iniciar mi viaje a formularme como sujeto.
¿Y qué es el lugar de objeto?
Nacemos porque alguien tiene el deseo de que esto ocurra, y si tiene un deseo es porque algo le falta. Es decir, venimos a “llenar” un agujero, una falta de un otro, falta que es, a su vez, imposible de llenar. Nos convertimos en objeto porque asumimos que nuestro lugar es el de satisfacer esa falta por la que alguien decidió que nazcamos. Nos convertimos en aquello que el paradigma, la familia, la madre me demanda que es con lo que supuestamente, entonces, ocupo un lugar en el mundo, en la vida del otro. Eso es el objeto: objeto del deseo de un otro.
El camino más maravilloso con el que me encontré, es el camino en el que yo me formulo como sujeto, dirigiéndome por mi propio deseo y no por el deseo de un otro. Esto me brinda la libertad más grande que se pueda obtener. Yo estoy en el camino de la Enseñanza porque aquí se Inicia y se continúa el camino de la Existencia.
Por: M. Julia Achilli